viernes, 4 de octubre de 2013

Al final del Camino de Seda, y el futuro de la Deep Web

Tras dos años de intentos, el gobierno de los EEUU logró cerrar el Camino de Seda, el mayor mercado paralelo del mundo. El Camino fue creado usando una combinación de tecnologías emergentes que permiten anonimato y protección frente al seguimiento, y sirve como ejemplo del poder de la llamada Deep Web, o Web profunda, el espacio profundamente opaco donde miles de transacciones ilegales ocurren todo el tiempo.

El primer componente del Camino de Seda es Tor, una red anónima creada usando El Encaminador Cebolla (TOR en inglés), en donde varias capas de encaminamiento de paquetes IP son anonimizadas, es decir se les quita los elementos que sirven para identificar el origen. El resultado es un conjunto de señales limpias que circulan entre los distintos relays, o puntos de reenvío, de la red Tor, protegiendo la identidad de los iniciadores de los mensajes. Hay ciertas particularidades técnicas que hacen que Tor no sea completamente anónima, pero para efectos prácticos, es muy difícil identificar quién está haciendo qué en esta red.

La red Tor no ha desaparecido, a pesar de los esfuerzos de la NSA y el GCHQ  y su singular Jirafa Egoísta:  el Camino de Seda usaba Tor para garantizar que las partes en sus transacciones no pudieran ser identificadas. Pero como todo mercado, necesitaba un medio de pago. Tor existe en mayor o menor medida desde 2002, pero recién cuando emergen los Bitcoins es que algo como el Camino puede aparecer.

Aunque merece una explicación mucho más detallada, la versión brevísima de qué es un Bitcoin es simple: una moneda creada digitalmente, "extraida" a partir de algoritmos precisos que generan una de estas "monedas" cuando completan una tarea. Es equivalente, en una manera bastante abstracta, a la utilización de un recurso natural como el oro como elemento de cambio: la "extracción" del bien es el resultado de un esfuerzo determinado, y el producto final es reconocido como un bien de cambio por todos los que participan del mercado, porque a su vez reconocen que ha sido extraido o generado de manera accesible pero no trivial por un agente económico cualquiera. Al inicio de su existencia, un bitcoin podía ser "extraido" de cualquier computadora, pero el algoritmo es lo suficientemente sofisticado como para hacer más compleja la tarea de extracción conforme más agentes económicos intentan completarla, con lo que ahora para generar un bitcoin se necesitan equipos especializados que realizan tareas altamente complejas.

Los bitcoins pueden ser comprados y vendidos por moneda real, es decir hay un mercado de cambio donde, bajo el principio de libre flotación, un bitcoin puede valer desde 266 USD (el pico máximo) hasta 2 USD, el precio a inicios del 2002. Es decir, hay espacio para la especulación.

Con bitcoins en mano, se puede usar Tor para realizar transacciones que no son rastreables: ni los bitcoins aparecen en las finanzas convencionales ni usan realmente sistemas de transferencia electrónica; Tor protege la identidad formal de los usuarios. De esto se sirvió el supuesto dueño del Camino de Seda, Ross William Ulbricht, para crear un bazar lleno de drogas, software malicioso, documentos de identidad falsos, y datos robados de cuentas bancarias. Una suerte de San Jacinto virtual: no todo era ilegal pero lo ilegal era lo que sostenía su existencia.

¿Cómo cayó? Todo indica que el FBI hizo su chamba y desmontó el Camino lentamente mediante acciones detectivescas convencionales. Han confiscado cuatro millones de bitcoins, que equivalen más o menos a 90 millones USD, según el cambio actual.

Obviamente algo surgirá en su reemplazo: tendrá que ser aún más opaco y profundo para que no caiga más rápido que lo que el Camino tardó. Tor y Bitcoin siguen en pie. La Web Profunda, que nace en los digital lockers que permiten acceder a contenidos irregulares y termina en abismos como el Camino de Seda, seguirá escarbando en las posibilidades tecnológicas para ofrecer oportunidades a los que realmente no quieren estar bajo la égida de la ley.

1 comentario:

Darkbeam dijo...

Estoy sorprendido... porque creo que entendí... :)
Gracias por el post... pero si te animas a extenderlo un poco más, podría hasta servir de documento para clases. A veces la claridad (e interés) tienen que saltarse la brevedad...
:D